A la hora de realizar trabajos en nuestros ejemplares los principiantes tienen problemas con las fechas para realizar las técnicas. Cada uno escucha una cosa diferente y no te digo si empiezas a leer libros, mirar en Internet, videos y demás..Todos hemos oído lo de transplanta a principios de la primavera o en otoño no puedes o si puedes esto o aquello.
Debemos tener claro el planteamiento de las estaciones en el tema BONSAI.
Las estaciones son los intervalos del año en los que las condiciones climáticas se mantienen, en una determinada zona, dentro de un cierto rango. Estos periodos son normalmente cuatro y duran aproximadamente tres meses.
Ya sabemos que son primavera, verano, otoño e invierno. Estas diferencias en el clima se deben a la inclinación del eje de giro de la tierra, con lo que unas zonas reciben mas luz que otras y el día se acorta más o menos dependiendo de la latitud y de la altura.
En el ecuador las estaciones son sólo dos: la estación seca y la estación lluviosa; ya que en ellas varía drásticamente el régimen de lluvias, pero no varía mucho la temperatura. A partir del paralelo 7° se observan los cuatro cambios estacionarios claramente. Ciertas culturas, como las de algunos aborígenes en Australia, dividen el año en seis estaciones. Chinos y japoneses elaboran calendarios especiales para sus cosechas.
Estas estaciones afectan a todos los seres vivos incluidos los bonsáis.
Existen cuatro métodos principales para dividir el año en estaciones:
- método astronómico, que se basa en los acontecimientos astronómicos relacionados con la posición de la tierra respecto al sol. Según este método, el verano comienza el 21 de junio en nuestro hemisferio.
- método meteorológico, que se basa en acontecimientos climáticos, sobre todo en la temperatura,
- método fenológico, que se basa en acontecimientos relacionados con los cambios en la naturaleza al pasar el tiempo (fauna y flora).
- método tradicional asiático/irlandés, basado en la insolación o radiación solar.
El modelo de las estaciones del año basado en la astronomía presenta limitaciones cuando se analiza el año de manera meteorológica, teniendo en cuenta indicadores como la temperatura y la precipitación. Así, el verano astronómico no coincide con la fase del año con mayor temperatura ni el invierno con la de menor temperatura, y la primavera astronómica en casi todos los casos es ligeramente más cálida que el otoño astronómico.
Por tal razón, en la meteorología la división del año en estaciones es ligeramente diferente:
Primavera: trimestre con ascenso de temperatura, en esta época empieza a florecer todo lo devastado por el invierno pasado (marzo, abril y mayo en el hemisferio norte; septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio sur).
Verano: trimestre con mayor temperatura (junio, julio y agosto en el hemisferio norte; diciembre, enero y febrero en el hemisferio sur). En nuestro caso, ayer día 1 de junio comenzó el verano meteorológico, más acorde con los comportamientos de nuestros bonsáis
Otoño: trimestre con descenso de temperatura, en esta época se empiezan a caer las hojas de los árboles y plantas (septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte; marzo, abril y mayo en el hemisferio sur).
Invierno: trimestre con menor temperatura, en esta época nieva en las zonas que están fuera del trópico (diciembre, enero y febrero en el hemisferio norte; junio, julio y agosto en el hemisferio sur).
Método fenológico
La fenología investiga los ciclos y cambios en la naturaleza a lo largo del año. Ejemplos son el crecimiento vegetal, el florecimiento de las distintas especies o los ciclos reproductivos y las migraciones de animales por razones climáticas. Para esta disciplina de la ciencia, tanto la división tradicional como la meteorológica son demasiado imprecisas para determinar las estaciones del año. Además, en cada zona climática las estaciones se dan de manera diferente. Un ejemplo: Para la fenología el invierno consiste en el período sin crecimiento vegetal. Este período no siempre dura tres meses, por ejemplo en zonas con clima boreal/continental puede durar hasta nueve, caso de Siberia.
CONCLUSIONES:
No hagamos caso a las estaciones usuales determinadas por el método astronómico, no sirven para nuestros bonsáis. Hagamos caso de las clasificaciones por el método meteorológico, o por el método fonológico. Dicho esto
Queridos lectores AYER COMENZO EL VERANO. Ojo a nuestros bonsáis.
Saludos cordiales
Beti Andrés