Que sí, que hoy comenzamos la primavera.
Pues la vedad es que se ha lucido.
Ha entrado sin pena ni gloria. Últimamente pasan cosas muy raras con la primavera. La primera de todas es que parece invierno.
Ayer volvía de visitar a mi madre y nevaba como si no hubiera un mañana.
Esto no es primavera. Se acabó la ropa de entretiempo. Nuestros bonsáis en vez de vivir en una zona con cuatro estaciones se están convirtiendo en bonsáis de únicamente dos estaciones.
La primavera despierta nuestros instintos y también los de los árboles. Ahora deberían brotar que es lo que estaban haciendo hasta hace unos días y sin embargo se encogen de frio. Las yemas semi abiertas sufren síntomas de marchitez por estas temperaturas tan poco usuales.
Los últimos trasplantes quedan desguarnecidos y a merced de la baja temperatura. Si esto sigue varios días pueden morir. Toca volver a guardar todos los bonsáis tropicales.
Quitarse las medias es una quimera y el plumas comienza a oler a pecueca de ponerlo tan seguido.
Lo único bueno es que el día y la noche comienzan a durar lo mismo. Las horas de luz comienzan a alargarse y yo gasto menos en iluminación.
Me parece que el invierno llega después de la primavera.
La primavera astronómica llega hoy a las 17.15 horas, pero la meteorológica se hará esperar ya que se prevé, además de precipitaciones en buena parte de la Península y Baleares, una cota de nieve en torno a 200 metros, y temperaturas en descenso hasta el jueves.
Un total de 37 provincias tienen avisos de riesgo por nieve, viento, precipitaciones, bajas temperaturas mínimas o fenómenos costeros.
Saludos cordiales desde Bilbao