Alguien dijo; ¿Qué es la contemplación sino mirar con cariño?
Y yo añadiría; eso también incluye a los bonsáis.
Veamos nuestros bonsáis y los de los demás con los ojos del alma, sin distinciones, sin bandos, sin raza, sin color. Alabemos el trabajo de unos y de otros.
Tanto ruido alrededor del bonsái solo aturde y satura. La visita al Botánico de Barcelona ha servido para gozar con los bonsáis. He querido alejarme de los convencidos de dudosa prosa, de los que hacen proselitismo hasta en la hora de la siesta y de los que creen ser dueños del teatro de marionetas.
He visto bonsái junto a los amigos, he charlado con colegas profesionales que no veía hace tiempo y he huido de aquellos que buscan la crispación permanente.
He compartido un fin de semana mirando y disfrutando del bonsái, opinando y reflexionando con lógica poniéndome en la piel del otro, para no caer en un exceso de agresividad, en planteamientos que no proceden…
En mi opinión no debemos llevar al bonsái al ninguneo ni a las guerras tobilleras. El bonsái se merece mucho más y los aficionados al bonsái también.
Evitemos que un frente luminoso y cálido se vea empañado por un reverso nuboso y desapacible.
Dicho esto quiero compartir con todos algunos de los bonsáis que contemplé. Disfrutad de una gran exposición. Fotos de los bonsáis en detalle. Para ver más fotos podéis visitar el siguiente link.