Este haya llegó a mis manos en mayo de 2013.
El haya me pareció muy bonita, gruesa, muy compacta, chaparrita y muy bien cuidada. Únicamente tenía un par de brotaciones o tres en la maceta pero estaba bastante fuerte a pesar de haber sido cultivada en fibra de coco, un sustrato interesante si queremos obtener raicillas rápidamente pero cuestionable su uso en zonas muy húmedas.
El haya venía con un frente definido basándose en la conicidad, estrechamiento paulatino y sobre todo en que la parte superior y el follaje se inclinaban hacia ese frente.
Cuando llegó a mis manos, me parecía un sacrilegio dejar escondido el enorme shari natural y esas raíces tan particulares.
Así que ni corta ni perezosa, decidí darle la vuelta y cambiar el frente.
En primer lugar comencé abriendo el shari en su parte superior para disimular el engrosamiento excesivo del tronco. Este engrosamiento contrastaba mucho con la rama que hace de nuevo ápice. Por algún motivo el árbol murió en altura y una rama creció de forma un poco grotesca dando lugar a un nuevo ápice mucho más delgado, cilíndrico y que se ve excesivamente.
Pensé cortar parte de ese nuevo ápice y bajar la altura ya que resulta difícil disimular esas curvas.
Una vez que trabajé la madera en su primera fase comencé el alambrado con aluminio para posicionar las ramas en su nuevo sitio.
También note que inclinando un poco el árbol hacia la izquierda, éste mejoraba notablemente a nivel de silueta y de colocación de las ramas. Sin inclinar, se veían casi a la misma altura las ramas primera y opuesta.
En la parte trasera elevé la rama y luego la baje para disimular el gran espacio vacío que queda entre las ramas bajas de la izquierda y el ápice.
También con pequeñas ramillas disimulé el ápice demasiado largo y tosco.
Ahora después de haber cambiado el diseño de cabo a rabo limpié cicatrices y dejé que el árbol se recuperara a base de abono, sol y calorcito.
Después de todo estas labores deje que el árbol se recuperara y creciera.
Hace un par de años lo trasplante en akadama y pomice, a una maceta más pequeña pero aun excesivamente grande y de un color que no le pegaba nada.
Hace un par de años lo trasplante en akadama y pomice, a una maceta más pequeña pero aun excesivamente grande y de un color que no le pegaba nada.
Brotó con fuerza, y con una hoja minúscula. Los huecos entre las raíces no hacian muy bonito así que he tapado los huecos vacíos para que el nebari resultara más macizo.
Toca un trasplante a una maceta más adecuada y también colocar algunos tensores para bajar un poco el ápice.
Podéis ver los fotomontajes que realizamos para elegir el color de su nueva maceta. Una curiosidad. Hice las fotos con las hojas secas. En muchas expos se ven las hayas expuestas limpias de hojas si es invierno pero también se ven expuestas con las hojas secas que es como a mi más me gusta.
Saludos cordiales desde Bilbao
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