Hola
Hoy quiero presentaros un concepto diferente de bonsai. El árbol plantado en un entorno inusual.
El trabajo podríamos englobarlo en lo que se llama Keshiki bonsai literalmente paisaje bonsai, pero que podríamos traducir como el camino fácil y moderno para crear un bonsai o un paisaje en miniatura. El término ha sido acuñado por Kenji Kobayashi.
Keshiki bonsai utiliza tres elementos simples – musgo, gravilla y árboles. Un nuevo estilo de bonsai que utiliza las plantas más jóvenes y una amplia variedad de contenedores para crear encantadores paisajes en miniatura. El keshiki bonsai capta la naturaleza en todo su esplendor, pero en pequeña escala, a veces en un recipiente apenas más grande que una taza de té. Perfecto para los habitantes urbanos que viven en espacios pequeños o cualquier persona con poco tiempo libre. El keshiki bonsai es una prueba viviente de que menos puede realmente ser más.
Un trabajo realizado sin planificación. Simplemente surgió así. Un elemento como es un tronco muerto de sabina se convierte en el punto focal más importante para desarrollar el trabajo. El bonsai representa una escena muy poco tradicional pero también podemos pensar que cualquier semilla cae en el lugar más inesperado y sobrevive con un poco de sustrato en una oquedad inverosímil. Representa la extrema dificultad que una ser vivo tiene que asumir para desarrollarse y medrar.
Puede parecer una representación que no se ajusta al paisaje natural pero también el bonsai clásico se aleja muchísimas veces de este concepto.
El primer paso fue limpiar la madera con cepillo y pistola de agua. Dejamos que se secara al sol para seguidamente aplicar un tapa poros que evite la pudrición. Para mantener las diferentes tonalidades de la madera no aplique polisulfuro.
Tuve que buscar otro pedazo de madera que hiciera de maceta para encajarla en lo que seria el abdomen de la araña.
Lo siguiente fue plantar un junipero procumbens en semicascada, un material que densifica muy bien y con porte rastrero.
A continuación una siembra de musgo grueso pero de pelo corto, agua y sombra. Supongo que alguna ramita morirá ya que esta especie suele responder mal a la manipulación de raíces.
La araña en el ojo de la cerradura
Leonardo Da Vinci
Una araña, después de haber explorado toda la casa, por dentro
y por fuera, pensó meterse en el ojo de la cerradura.
¡Qué refugio ideal! ¿Quién podría descubrirla jamás, allí dentro?
Ella, en cambio, asomándose al borde de la cerradura, podría
Mirar a todas partes sin riesgo alguno.
- Allí - decía para sí, observando el umbral de piedra - tenderé
una red para las moscas; más allá - añadía, mirando el escalón -
tenderé otra para los gusanos; aquí cerca, en el marco de la puerta,
La araña se regocijaba. El ojo de la cerradura le daba una seguridad
nueva, extraordinaria; tan oscuro, estrecho, como un estuche
de hierro, le parecía más inaccesible que una fortaleza, más
seguro que cualquier armadura.
Mientras se deleitaba con estos pensamientos, le llegó al oído
un rumor de pasos; prudente, se retiró entonces al fondo del refugio.
Alguien estaba a punto de entrar en casa. Una llave tintineó,
enfiló el ojo de la cerradura, y la aplastó.
Saludos cordiales