Carrejo; Exposicion de Bonsai

En Japón los dioses habitan en la lluvia y sus espíritus se encarnan en los tortuosos troncos de los árboles muchas veces milenarios.

Los kodamas son espíritus habitantes de los bosques espesos. Por lo general tienen apariencia humana y cada individuo es único en aspecto y personalidad. La mayoría se presenta teniendo una apariencia adorable. Sus cuerpos son semitransparentes, de un color verde pálido o blancuzco, y de muy baja estatura.

Taxus baccata


Roble en maceta de autor

La mayoría de estos espíritus se disgustan ante aquellos que no tienen respeto por el medio ambiente. El bosque con sus árboles inmensos y sus hojas yacentes oculta muchas veces el cielo, nos engaña haciéndonos perder la sensación de lejanía y proximidad, el horizonte se desvanece. También podemos intuir la presencia de cosas invisibles, de sensaciones, de olores y texturas. Algo mágico que abruma. Las culturas orientales creen en divinidades materializadas en árboles, en cuevas, rocas o accidentes singulares de la naturaleza, y por eso los veneran.

Nuestra relación con la naturaleza y sobre todo con el bosque es muy parecida a la de los japoneses.

Vista general de la exposicion

Pino erecto informal

Pino engarzado en roca

Muchas historias de brujas, duendes y espíritus varios se ubican, en parajes boscosos, cuevas y demás... Esos mitos y leyendas se pasan de generación en generación.

Bonsai de espino albar

Cuando veo un bonsai, sobre todo los diseñados en estilo bosque, me vienen a la cabeza todas estas ideas. Veo el paisaje en miniatura, el penjing y puedo imaginar historias que sucedieron allí.

#BetiConsejo; a la hora de montar un bonsai en estilo bosque recuerda todo esto.

Por eso me gustan muchas veces los bonsáis tratados de manera casual, bien cuidados pero manteniendo ese punto salvaje que existe en la naturaleza.
Este artículo va acompañado de fotografías realizadas en una exposición de bonsai a cargo de Carolina Piris.